Y si decides volver, como la pasión que un día dejé de sentir, como vuelven las aves al nido, como el futuro que nos prometimos, como vuelven las caricias de un amor incandescente y prohibido. Si decides compartir tu vida junto a mi y me otorgas el privilegio de morir en tus labios, juro que mis brazos serán tu cobijo y nos embriagaremos de dulzura y besos improvisados. Tu decides...
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