Para todos los que se siguen preguntando si estoy bien después de la famosa ruptura...
Muchas veces es nuestra pareja quien termina la historia de amor. Nos dejan confundidas. ¿Hicimos todo mal? Nos culpamos una y otra vez...
¡Qué manera de quererte, mujer! Tenemos la capacidad para bajar nuestra autoestima al máximo. Incluso nos sentimos como “el problema”, locas, complicadas, y hasta feas. Pensamos que nosotras perdimos a alguien. Pero ¿sabes? Yo te voy a decir cómo se va viendo la fotografía después de un tiempo...las mujeres somos complicadas y cada una tiene sus propias complicaciones, y si nos quieren en su vida, tienen que aceptarlo y hacernos sentir cada vez más seguras.
Acuérdate de que soportaste sus ataques de patán, sus “no quiero verte, estoy de mal humor”, sus “no te pude escribir en todo el día porque estaba muy ocupado” o aquella noche en la que te pusiste guapa sólo para él y ni siquiera te dijo “qué linda estás”. ¿Recuerdas cuando trataste al máximo de controlar tus impulsos, tus ganas de verlo, tus detalles y todo, sólo para no ser una molestia para él?
Entonces ¿qué hiciste mal? Nada. Hay hombres que simplemente no merecen a una mujer que los haga felices. Ellos sólo quieren a una amiga con derechos que no sea una carga. Y esos, amiga mía, no valen la pena.
Así que volvemos a la pregunta que me hacen mis amigos: “¿POR QUÉ ESTÁS BIEN?”
Yo le respondo a él:
Porque me di cuenta que mientras tú retrocedes, yo avanzo. Mientras tú vuelves a tropezar con las mismas piedras, yo las evito. Estoy bien porque no sé el final del camino, pero sé que es el correcto. Porque aprendí a quererme y a estar feliz sola, conmigo misma. Y no pretendas que hable mal de ti nunca. Porque simplemente no hablo de ti. Me entero que pasan cosas en su vida (no me interesan)
Gracias por cambiar el concepto que tengo de ti, ya que haces que pueda soltar el lazo mucho más fácil. Creo que de mis errores aprendí. Pero me da pena que tú no.
Espero de corazón que pongas los pies en la tierra y empieces a caminar correctamente, y no hablo de valores, principios y modales, sino más bien de lo que es correcto para ti.
Estoy bien, porque me di cuenta del valor que tengo y que no mereces. Pero también, porque sé que al final, será lo mejor para los dos.
¡Te quiero siempre y te deseo lo mejor! .